Hallazgo de dos urnas funerarias con tapa, en cuyo contenido se recuperaron los restos de 2 niños y 5 adultos, que fueron inhumados en un abrigo rocoso hace aproximadamente 800 años.
El uso de estos abrigos como lugares de enterramiento era una práctica común de las poblaciones prehispánicas que habitaban en la vertiente atlántica de la región arqueológica del Gran Coclé.
Miembros del equipo de Antropólogos Asociados dirigieron el estudio arqueológico requerido como parte del Estudio de Impacto Ambiental (Es.I.A.) que dio con este hallazgo.